comparte:

BLOGS, RESEÑAS ETC. DE "PEDRO EL AMERICANO"

ESCUCHA UNA DE LAS CANCIONES:

ESCUCHAR "IN A WHITER SHADE OF PALE"

https://soundcloud.com/pedro-ruy-blas/a-whiter-shade-of-pale

VIDEO GRABADO DURANTE SU ACTUACIÓN EN EL CAFÉ CENTRAL, a finales de Marzo 2014.

https://www.youtube.com/watch?v=VkxLXTLl4mc&feature=share

Escribir comentario

Comentarios: 0

PEDRO RUY-BLAS, EL AMERICANO Sentir el jazz en la voz

Improvisado por Félix Amador-Gálvez - 18 de Junio 2014

http://www.jazzeseruido.blogspot.com.es/2014/06/pedro-ruy-blas-el-americano.html

El Americano (Dulcimer Songs, 2014) es el proyecto culmen de un músico español que ha sentido siempre la música americana, y el jazz en particular, como parte de su vida. Grabado en diciembre de 2013 en los estudios Musigrama de Madrid, El Americano contiene standards, versiones soul y mucho sentimiento, articulando un songbook que da gusto escuchar, por su swing, por su alma, por comprobar que Pedro Ruy-Blas acumula experiencia y recursos vocales para conectar con nosotros de una manera contundente, sin efectismos, con jazz.

 

Pedro Ruy-Blas es una figura imprescindible en el panorama vocal en España. Esta afirmación, que puede sonar tan rotunda, se la ha ganado a pulso a lo largo de 50 años, poniendo voz a la música que le inspiraba, la música que venía de América y que hizo ganarse entre los amigos el sobrenombre de El Americano. Y es así como se titula su último álbum,un proyecto varias veces aplazado y que llega a nuestros oídos en su mejor momento. Desde su irrupción en la música pop española con Los Canarios en 1968, pasando por su participación en el musical Los Miserables (después de 564 representaciones fue considerado el mejor Jean Valjean en lengua no inglesa), su descubrimiento del jazz hace 40 años, el premio de "Jazz entre amigos" al mejor grupo del año en 1992... hasta El Americano, su carrera ha sido larga. Este álbum tiene algo de culminación, como una cima largamente buscada: Pedro Ruy-Blas canta en inglés después de medio siglo reivindicando el jazz cantado en español, da un quiebro a la crítica recuperando el idioma con el que escuchó los standards que han inspirado su trayectoria y, de paso, el apodo (el Americano) con el que sus compañeros de barrio lo bautizaron años atrás.

 

Acentúan la sensación de estar escuchando un álbum culminante varios factores: por un lado, la cantidad de músicos y amigos que ha sido capaz de reunir en un solo álbum Pedro el Americano, lo cual demuestra el respeto que infunde su figura, y por otro lado dos hechos luctuosos. El primero es la muerte de su amigo, el pianista Horacio Icasto, en agosto, poco después de grabar "You're Gonna Hear From Me" para este disco; el segundo, la muerte del baterista Larry Martin el 30 de noviembre, días antes de participar en la grabación.

 

Nos costaría encontrar un tema a destacar en el álbum. Mencionaremos los recursos vocales y swingueantes de "Oh Gee!" (con un Bob Sands inspiradísimo); la intensa versión que hace Pedro de "Ain't Necessarily So", muy intensa y muy cercana a la original de la obra de Gershwin, con un toque muy bluesy de Luis Guerra (responsable junto a Ruy-Blas de los arreglos) al piano; el protagonismo, muy bop, de Jorge Pardo en "This Bitter Earth", aquel tema que cantaba Dinah Washington y que aquí suena fantástico; y el toque Sinatra que le pone Pedro Ruy-Blas al tema de Jimmy Eaton "I'm Gonna Lock My Heart (And Throw Away The Key".

 

Lo único negativo achacable al disco es que hayamos tenido que esperar tanto tiempo para escucharlo.

 

En el siguiente video, encontrado en Youtube, aparecen algunos de los temas y de los músicos de El Americano. Que lo disfruten.

Escribir comentario

Comentarios: 0

El Americano, gran álbum de Pedro Ruy-Blas - 08 de mayo 2014

http://ocio.elcorteingles.es/musica/revista/el-americano-gran-album-de-pedro-ruy-blas
Jazz
Publicado por f.melanzzano 
 
 

El jazzman y vocalista Pedro Ruy-Blas graba “El Americano”, un excelente disco de temas íntimos y personales que le marcaron su camino musical.

El crooner español se llama Pedro Ruy-Blas. Seguramente dicho el nombre, está dicho todo. ¿O no?. Su reciente trabajo “El Americano”, es una muestra que debió haber aparecido hace mucho tiempo. Un puñado de canciones personales e íntimas, que el vocalista madrileño siempre ha ido dejando para otro momento, porque eran las que siempre ha llevado consigo.

“El Americano”, hace referencia al apodo con que le conocía los colegas del barrio madrileño de Pacífico. El cuñado de Pedro, militar norteamericano, le abastecía en los años de autarquía de chucherías y buena música. Por aquellos años descubrió algunos de los temas que ahora (¡por fín!) se ha decidido a registrar en un magnífico disco.

Blues, jazz, soul o una excelente versión de “It aint’t necessarily so” de la ópera de GershwinPorgy and Bess”. El álbum abre con una excelente versión del blues “I’m gonna logk my heart”. No pasar por alto el estándar “If I Had You”, memorable versión, al igual que “More Than You Know”.

Pedro Ruy-Blas si hubiese nacido en cualquier barrio de Nueva York, se hubiese codeado (o dado codazos) con Sinatra, Bennet o Crossby. Si tenéis duda escuchad “Lonely Town, Lonely Street” o “This Bitter Earth”.

Dejo para el final lo más importante. Los homenajes. Pedro es hombre de fuertes amarres. Horacio Icasto o Larry Martin, dos músicos, recientemente desaparecidos, con los que mantuvo una estrecha relación y a los que dedica dos maravillosas interpretaciones. “You Are Gonna Hear From Me” y “Oh Gee!!!”, esta con un magnífico solo del saxofonista Bob Sands.

Este es el apartado pendiente en la crítica del disco de Pedro Ruy-Blas. El vocalista se ha reunido de una banda espectacular de amigos-músicos o músicos amigos, que consiguen trasladar al oyente a la atmósfera del mejor club de jazz neoyorquino de la mitad del siglo XX.

Excelente Luis Guerra al piano y el fallecido Horacio Icasto que participó y no llegó a ver terminado el trabajo, magnífico Kike Perdomo y el mencionado Bob Sands. Por supuesto no falta Jorge Pardo, impagable el trabajo de Reinier Elizarde “Negrón” con el contrabajo o la guitarra de Pepe Robles y el bajo de Álvaro Yébenes, dos legendarios músicos que Ruy-Blas recupera en este hermoso disco del que fue conocido en el barrio como “El Americano”.

Si te gusta el jazz y estar informado de novedades, conciertos, giras y lo que preparan o hacen los mejores músicos de jazz, síguenos en facebook y twitter, tendrás la información más completa.

Escribir comentario

Comentarios: 0

‘Me debía este disco a mí mismo’ - Creativacanaria.com - 7 de Abril 2014

http://www.creativacanaria.com/index.php/cancion-a-quemarropa/7808-me-debia-este-disco-a-mi-mismo

Héctor Martín González Lunes, 07 de Abril de 2014 00:00

 

Hoy hemos entrevistado a Pedro Ruy Blas, una voz reconocida por su trabajo durante mucho tiempo en el mundo de la música de nuestro Estado. Ruy-Blas (nacido como Pedro Ample Candel, Madrid, 1949) vuelve a estar de actualidad tras la publicación de un impecable disco: 'El Americano'. ¿Qué podemos destacar de una vida consagrada a la música? ¿De su trabajo como soul-singer, sustituyendo a Teddy Bautista, en formaciones tan importantes como Los Canarios? ¿De su rol como Judas Iscariote en el mágico mundo de los musicales de aquel Jesucristo Superstar? Podemos, mejor, abandonarnos a la labor de degustar este fabuloso nuevo disco que tiene un exquisito sabor a barras y estrellas. 'El Americano' es sencillamente una extraordinaria visita al mítico 'North american songs book'. Sin presiones, sin la necesidad de contentar al mundo discográfico, con la ilusión propia de un novel pero con la experiencia de tanto trabajo acumulado, Pedro Ruy-Blas luce su engolada voz entre temas como 'Im gonna lock my heart', 'It ain't necessary so', 'Lonely town, lonely street' o aquel histórico 'A whiter shade of pale'. Con la única excepción del tema de Procol Harum, esta nueva edición es un repaso al cancionero norteamericano de auténtico lujo.

 

¿Quiénes acompañan en tal bella misión a Pedro Ruy-Blas? Un espectacular elenco de buenos músicos. A saber, Reinier Elizarde 'Negrón', contrabajista, Noah Shaye, batería, Luis Guerra, pianista, Jorge Pardo, flautista y saxofonista, Israel Sandoval, guitarrista, Bob Sands, saxofonista, Antonio Serrano, a la armónica, Álvaro Yébenes, al bajo, Horacio Icasto (fallecido en agosto de 2013), al piano, Miguel Ángel Egido, al saxo, Paco Romo, al violín, Cecilia Krull, Sheila Blanco y Ángela Cervantes, en una combinación de sus espectaculares voces como coristas, Pablo Martínez, a los mandos de control, nuestro Kike Perdomo al saxo y una mención muy especial al tristemente desaparecido Larry Martin, batería, al que dedica el disco. Queremos felicitar a Pedro Ruy-Blas por su nuevo trabajo y también por su hacer en la última semana de marzo en el madrileño y templo del jazz hispano, 'Café Central'.

- Casi como una tradición, Pedro Ruy-Blas, pedimos a todos nuestros entrevistados que nos haga una pequeña semblanza del pasado ¿Cómo empezó en la música? ¿Tuvo siempre la sensación de ser una persona implicada en la música?

- Pedro Ruy-Blas: La música está presente en mi vida junto a los primeros recuerdos. La radio sonando casi a todas horas. La música en las películas. La música incorporada a mis juegos, a mis fantasías. Me recuerdo a mi mismo subido en una silla poniendo y quitando viejos discos de baquelita en un gramófono, música clásica, zarzuelas, pasodobles, polkas, cuplés. También me recuerdo con nueve o diez años en cuclillas, con el oído pegado a una de aquellas máquinas con discos que había en un bar de mi barrio escuchando una y otra vez el 'What'd I Say' de Ray Charles, y a los parroquianos del bar partiéndose de risa al ver a un renacuajo de aquel modo. A veces mis amigos en las excursiones o dando vueltas por los descampados que por entonces abundaban en Madrid, cantaba delante de los amigos y el feedback era bueno. Es importante el aspecto lúdico, y que cuando uno se pone a cantar ya desde niño, recibir el aprobado de quienes te escuchan, eso te da ánimo y confianza en que no debes hacerlo mal del todo. Casi sin darme cuenta, pocos años después, apenas cumplidos los quince, llegó mi primer grupo de barrio, "Los Príncipes". Así comencé a sentir lo que es subir a un escenario y ponerte a cantar delante de la gente. La alegría de tener unos compañeros con quién compartir ilusiones. Ensayos. Montar temas. Tocar algunos domingos. Los primeros escarceos amorosos con alguna que otra chica que se ponía delante del escenario y, un sinfín de grandes emociones inolvidables. Volviendo a la pregunta inicial, sí, siempre estuve involucrado con la música. Es algo en mi, yo diría incluso que, prenatal.

- En 2014 nos presenta 'El Americano' ¿Cómo fue el proceso de gestación de este nuevo niño? ¿Cómo se le ocurrió la selección de temas?

- P.R.: Hacía tiempo que me debía este disco a mi mismo. Desde hace más de quince años, en mis conciertos, el repertorio está formado por temas pertenecientes al North American Song Book, al menos en un 80 por ciento; para el resto suelo elegir algún que otro tema mío. De modo que, los conciertos son fundamentalmente jazzísticos. Para formar mi repertorio – una carpeta que contiene mas de cien temas- suelo evitar aquellos temas que me parecen muy obvios, aquellos que interpretan montones de artistas. Aún así, no es tarea fácil y siempre elegirás uno del que ya existen otras versiónes. En cualquier caso, yo me lo pienso mucho. En El Americano hay tres o cuatro temas que ya he cantado antes en mis conciertos. Otros son una novedad para mi mismo. Lo único que necesitaba en la elección era que las canciones me emocionasen, para de ese modo poder transmitirle algo a quiénes lo escuchen. Es una pena tener que elegir una docena de temas y dejar sin hacer otras cuantas docenas mas que también me gustaría mucho grabar. Quién sabe. Tal vez en un próximo disco, o...en otra vida.

"A mí, el término crooner no me ha gustado nunca del todo. Yo prefiero ser un cantante de jazz, o incluso un 'Soul Brother'. Mis raíces están ahí, en el soul, el blues"

-Qué cantidad de buenos músicos ha tenido en estas sesiones... Sheila Blanco, Ángela Cervantes, Horacio Icasto, Jorge Pardo, Bob Sands, Antonio Serrano... la lista es casi interminable ¿Cómo contactó con ellos? ¿Es una selección de lo mejor de la escena de la capital de España?

- P.R.: No me propuse hacer ninguna selección. Todos son amigos míos, buenos compañeros desde hace años y con quiénes ya he trabajado y grabado antes en numerosas ocasiones. Sheila, Ángela y Cecilia, son tres de las mejores cantantes femeninas que conozco de la capital... y sí, participan en unos coros muy divertidos en uno de los temas y es la primera vez que trabajo con ellas. También es la primera vez con Miguel Ángel Egido, un saxofonista emergente, impresionante. Mi amigo Pepe Robles, el mítico Pepe Robles, vino al estudio a tocar la guitarra en un tema, yo se lo pedí porque me moría de ganas de que de algún modo estuviera en un disco mío- También conté con un gran amigo Paco Romo, uno de los primeros violines de la Orquesta Sinfónica Nacional, y recuperé a un viejo amigo, Alvaro Yébenes, que fue el gran bajista de Los Canarios y de Dolores. Si por mí hubiera sido, habría contado con muchos más, pues por ejemplo, en Barcelona he trabajado con muchos y grandes de aquella gran ciudad y a los que aprecio mucho. También gente de Valencia, de Málaga, de Galicia y también de Canarias. Me siento un privilegiado de haber trabajado con infinidad de grandes músicos de toda España, y estoy seguro que de haber podido llamarles, habrían acudido todos ellos.

- En 'El Americano' ¿Saca usted su vena más crooner? ¿Ha hecho el disco sin ninguna presión? ¿Es el disco que le apetecía hacer?

- P.R.: La verdad es que lo de crooner nunca me gustó del todo. Es una definición que a mi personalmente no me hace gracia. Yo me definiría como jazz singer o Soul Brother number 1. Yo tengo raíces en el blues y eso hace que las cosas sean y suenen diferentes. Nunca me fue fácil en el pasado, hacer, producir un disco sin notar en mi espalda un saco repleto de dudas, presiones económicas, imposiciones de la compañía de discos, tiempo de grabación escaso, y muchas otras piedras que surgen en el camino. En esta ocasión, aprovechando la crisis y que hoy en día a casi nadie le importa nada, he jugado esta partida sin la presión de ganar o perder... 'just for fun'.

- Se le puede considerar como un cantante y un músico veterano y aprovechando su experiencia queremos preguntarle sobre el negocio musical. Como dijo algún político alguna vez ¿A la música, desde el punto de vista del oficio, no la reconoce ni la madre que la ...?

- P.R.: Nunca tuve una buena relación con la industria del disco. Tal vez no me creerán, pero no miento si digo que jamás, ninguna de las compañías en las que hice discos, incluido aquel A los que hirió el amor, que se vendió por cientos de miles, me liquidó una sola peseta. Difícil de creer ¿no? Es lo mismo que les pasó hace muchos años a lo negros norteamericanos con sus discos, su música, nunca vieron un centavo y aún hoy en día, sus trabajos se siguen vendiendo. Por otro lado, a pesar de honrosas excepciones, representantes, promotores, managers y 'contratadores', proclaman a menudo en voz baja, que si quieres ganar dinero con la música, no ha de gustarte la música. No deja de tener cierta lógica. Es lo mismo que dicen los buenos vendedores de drogas: si vas a ganar dinero con ellas, no te las metas. Claro está ¿Qué puede esperarse de estos individuos? Yo diría que las peores traiciones y aberraciones.

- Formó parte del legendario grupo "Los Canarios", sustituyendo por algún tiempo a Teddy Bautista ¿Qué recuerda de esa época?

- P.R.: Me divertí mucho. Es una gozada tener 18 años y sustituir al reclutado Teddy en una banda de soul como eran entonces Los Canarios durante dieciséis meses que duró aquel suplicio castrense al que por entonces se nos sometía. Era un grupo que tocaba mi música, lo que yo sabía cantar, y me integré en aquella poderosa banda en una hora, sin esfuerzo alguno. Después, cientos de actuaciones me iban otorgando tablas, experiencia, alguna que otra novia, que también es de agradecer. Me fui haciendo un hombrecito. Don Eduardo Bautista, inolvidable padre de Teddy, me protegió como un segundo padre y me sacó en más de una ocasión las castañas del fuego de algún desmadre juvenil. Y montones de cosas más, muchas de ellas, impagables e inolvidables.

- Recordamos temas de calado, que fueron importantes en los charts de la época y que han quedado almacenados en el consciente colectivo como 'A los que hirió el amor' ¿Qué queda del Pedro Ruy-Blas de aquella época?

- P.R.: Ocurrió hace ya tantos años, que todo aquello posee para mí una especie de imagen onírica. Se mezclan infinidad de cosas, momentos, personas, lugares, y situaciones que no sólo son el recuerdo de una época de gran éxito, también son los de un joven de veinte años que en numerosas ocasiones convivió con grandes mentiras y traiciones de aquellos que dicen ser tus amigos y en realidad tan sólo aprecian tu éxito y el beneficio que a ellos les puede reportar mientras dure todo eso. Me vino muy bien aprender ya de jovencito que el éxito y el fracaso son dos grandes impostores. Lo que queda del Ruy-Blas de aquella época, es lo mismo que todo hombre y mujer conserva dentro de sí toda su vida: un muchacho o una muchacha de quince años.

- Antes le hemos preguntado por algunos de los músicos del disco pero queremos particularizar en el saxofonista canario y tinerfeño Kike Perdomo ¿Cómo lo conoció?

- P.R.: Conocí a Kike en Madrid en un club en dónde yo también solía actuar. Yo acababa de regresar de New York, en dónde estuve viviendo en 1980. Me sorprendió lo avanzado de su estilo. Tocaba exactamente igual, en la misma onda de muchos de los saxofonistas negros de la escena avant-garde neoyorkina que había escuchado por allí. Ningún otro saxofonista de por aquí sonaba parecido. Recuerdo que me acerqué a él y se lo dije, le felicité. Seguramente en aquella época él no me conocía, además percibí también que era bastante joven y que era tímido y eso le hacía tal vez ser desconfiado, introvertido, y porqué no decirlo, muy isleño.

Con el transcurso del tiempo tanto él como yo hemos madurado, y ahora existe un grado de compañerismo y amistad entrañable, hasta el punto de que Kike está presente en mi nuevo disco y yo me siento orgulloso de su magnífica aportación. Kike es muy bueno, muy grande, acaba de hacer un disco doble en New York que es una pasada y pronto será reconocido en toda Europa. Estoy seguro y deseo que muy pronto podamos tocar juntos.

- Una vez publicado este disco ¿Cree que es momento para una gira? ¿Se ve haciendo muchas fechas por España? ¿Quizás Canarias?

- P.R.: No sé si, al menos en la actualidad, existe algún músico o grupo de jazz en España que pueda tener un volumen de trabajo que le permita definirse como gira. Hay mucha ruina para los músicos de jazz y normalmente la cosa consiste en ir tirando, hoy aquí, dentro de una semana allá, dentro de un mes en otro lado, un día un club, a las dos o tres semanas un pequeño teatro.

Estoy deseando volver a cantar en Canarias, tengo grandes amigos músicos en Gran Canaria y Tenerife y he pasado largas temporadas durante muchos años en Lanzarote, una isla que conozco muy bien, un lugar que amo profundamente. En especial ese mágico lugar conocido como 'El Charco de San Ginés' en dónde para mí, el tiempo y la vida cobran un sentido inusitado de paz y quietud. Cuantas veces he imaginado conciertos de jazz en aquel teatro-cine que allí se encuentra. Tampoco puedo olvidar que allá por 1975 estuve cantando por las noches en un club de jazz de Las Palmas que se llamaba Tambanova, durante tres semanas, viviendo al lado de la playa de Las Canteras, y también recuerdo perfectamente al gran Luis Vecchio, con quién tuve una buena amistad y con el que colaboré en un disco suyo que grabó en Madrid más o menos por aquella época en la que yo estaba 'colgadísimo' intentando emular a Leon Thomas.

- Del lunes 24 al domingo 30 de marzo tendrá usted la posibilidad de actuar en el mítico Café Central de Madrid ¿Cuáles son sus sensaciones antes de esta cantidad de fechas en un lugar tan emblemático? ¿Si no existiera el Central, habría que inventarlo?

-P.R.: He actuado muchas veces en el Central, un par de veces estuve incluso dos semanas seguidas actuando allí cada noche.

En Café central es único en su género. Alrededor de 35 años sin interrupción con un concierto cada noche, ofreciendo a los solistas, a los grupos, a todas las formaciones que por allí han pasado una semana completa de actuaciones. Algo que no se da, probablemente en ningún otro lugar del mundo y que permite a esos músicos desarrollar durante siete días ideas, repertorio, experimentación, etcétera. Y encima cobrando lo acordado puntualmente cada día. Para mí el escenario del Café Central, es uno de los mas grandes que existen y por el que han pasado grandes leyendas del jazz mundial. Larga vida al Café Central de Madrid.

- Volvemos a "El Americano", disfrutamos de momentos cumbres como 'A whiter shade of pale' incluso un swing muy atractivo en 'It aint necessarily so' ¿Es usted más de medios tiempos, blues o de canciones con tempos más rápidos?

-P.R.: Precisamente ayer, durante un ensayo coincidí con los músicos en lo agradable que sería hacer un concierto interpretando exclusivamente baladas. Los 'torch songs', las baladas, son el espacio idóneo para un cantante y probablemente son mas difíciles de cantar, se te notan mas los fallos o los aciertos, y si estos últimos abundan, entonces la emoción está asegurada. No hay que ser excluyente con los demás tempos, en ellos también se disfruta, no cabe duda. A mí, personalmente, me gustan mucho las baladas y no descarto en alguna ocasión hacer algún concierto o un disco que sólo contenga una música pausada, lenta. Shirley Horn era una verdadera maestra en este sentido y consiguió hacer verdaderas joyas, como por ejemplo su disco titulado 'Shirley Horn with Strings' . Claro que teniendo a Johnny Mandel arreglando la sección de cuerda, además de ser un privilegio es una apuesta segura.

- ¿Qué le diría a alguien que no se haya zambullido en la música de crooner de Norteamérica? ¿Le recomendaría un disco en concreto para empezar?

- P.R.: A mí, el término Crooner no me ha gustado nunca del todo. Yo prefiero ser un cantante de jazz, o incluso un 'Soul Brother'. Mis raíces están ahí, en el soul, el blues. Para empezar a zambullirse en el jazz vocal, no hay un solo disco que pueda ser la puerta de entrada, hay cientos, miles. Si verdaderamente te gusta esa música, lo mejor es buscar, rastrear, a ratos los clásicos, en otros momentos algo más actual, viajar de allá para acá en el tiempo. Hoy en día es facilísimo con portales como Spotify por ejemplo. Será inevitable encontrase de frente con los/las grandes artistas del género para, poco a poco, ir creando una capacidad de selección propia.

- Con su experiencia, seguro que tiene mil y una anécdota encima de un escenario ¿Sería capaz de compartir con nosotros y los lectores quizá alguna?

- P.R.: Puedes imaginar que han ocurrido cientos de cosas, sobre todo durante mis trabajos en el Teatro Musical, porque cuando estás encima de un escenario interpretando un papel dramático delante de un auditorio de mil personas, cualquier cosa inesperada que pueda ocurrir, jamás debe trascender al público, aunque a veces es inevitable como me ocurrió en una ocasión cuando interpretaba el papel de Judas Iscariote en J.C. Superstar en el Teatro Alcalá de Madrid. Judas tiene una escena en la que aparece despavorido en escena, angustiado, arrepentido, casi loco. Antes de esa escena yo solía esperar mi entrada detrás de unas bambalinas en la oscuridad, con un micrófono inalámbrico en la mano, uno de esos que llevan una pila en la parte inferior. Por fin arrancó la música que daba pie a mi salida a escena y me puse a cantar. El micro no sonaba, no se me escuchaba, y rápidamente pensé para mí: ¡Vaya hombre, ya se estropeó el micro, se han olvidado de ponerle pila nueva! De repente abrí los ojos y comprobé que llevaba el micro en mi mano del revés, estaba cantando por dónde se pone la pila y no por donde se debe, entonces miras con disimulo a los espectadores de las primeras filas y puedes ver sus sonrisitas, a lo que uno no puede hacer otra cosa que devolver el guiño con otra sonrisita.

- ¿Hay suficiente música en TVE? ¿Cree que se podría contar con menos canales pero con más música en directo en el Ente televisivo público?

- P.R.: ¡Bah! Lo de televisión es una broma de mal gusto que no tiene aspecto de que vaya a cambiar nunca. Hacen programas que devalúan a la música. Por ejemplo uno en que algunos "cantantes" se ponen en ridículo disfrazándose de cantantes famosos, internacionales, como si se tratase de un fiestecilla de colegio de párvulos. Seguramente con el dinero que se gastan en ese programa podría incluso traer a los artistas a los que parodian. Luego están los programas que buscan talento. Primero, para apreciar el talento, lo primero es tener talento. ¿Buscando talento? Será que acaso no hay suficiente talento en España abandonado por los rincones. La televisión es un artefacto perverso al servicio de la cultura de masas mas alienante. Es la máquina que domina el pensamiento de un tejido social amplísimo. En realidad podría ser una maravilla como medio de comunicación, pero hoy por hoy es absolutamente excluyente de muchos otros aspectos que también se dan en la cultura, al contrario que en la mayoría del resto de países en los que también tienen sus comerciales programas de "entretenimiento" de masa, pero no excluyen otras formas de hacer las cosas, otros estilos musicales, cinematográficos, teatrales etc. Lamento decirlo pero para mí, la televisión en España es como una broma de mal gusto. Y dicho esto, seguramente me verás a mi pocas veces en TV, porque también les molesta que se les critique y suelen tomar represalias con aquellos que les tiramos de la oreja.

- Soslayando los ya citados casos de Teddy Bautista y de Kike Perdomo ¿Conoce musicalmente a las Islas Canarias? ¿Ha compartido con otros músicos canarios?

- P.R.: Sí, he conocido al extraordinario José Antonio Ramos, que podía haber llegado a todo el mundo con la bellísima música que construía. Por supuesto, he escuchado a Polo Ortí que me parece grande. Estuve hace unos pocos años en Las Palmas de Gran Canaria con mi amiga Laura Simó, y conocí a bastantes músicos de la Big Band de Gran Canaria, incluso me invitaron a cantar un tema con ellos. Si alguna vez me invitan a cantar con ellos, me voy aunque sea a nado.

-En el capítulo menos agradable, dentro de los nombres en los créditos de este disco encontramos a Larry Martin que nos dejaba hace no muchas fechas ¿Cuáles son sus recuerdos en referencia al clásico batería de la escena madrileña?

- P.R.: Larry es para mí incluso más que un hermano. Nuestra amistad se remonta a 1970 y trabajamos en infinidad de ocasiones, además sé que el me quiere mucho y yo a él. Estuvimos juntos varia veces en su casa el verano pasado durante una convalecencia suya. Le pedí que viniera a tocar en un tema de mi disco 'El Americano' que comenzaría a grabar en Diciembre, naturalmente aceptó y los dos estábamos muy ilusionados con ello y hablando a menudo del tratamiento rítmico que le íbamos a dar al tema. Pocos días antes de la grabación, ocurrió algo muy lamentable y no pudo venir. En el disco he incluido su fotografía, su nombre, como si hubiese estado allí y una dedicatoria a mi querido amigo al que no olvidaré.

- Muchísimas gracias por su atención, Pedro, ha sido para nosotros un placer entrevistarlo ¿Quiere dirigirle a los lectores canarios un saludo y algunas palabras de aliento?

- P.R.: ¿Aliento? De qué modo puedo yo alentar a quienes son de por sí, grandes luchadores, viviendo rodeados de ese inmenso y poderoso mar. En las Islas canarias, la música ha fluido desde siempre con naturalidad y un swing diferente a otros lugares. Hay un poderío intrínseco en quienes allí nacen y se convierten en músicos. Hoy, en medio de esta maldita crisis, de este calvario, lo único que puedo decirles es que ahora más que nunca hay que ser creativos, valientes, incluso, temerarios, y mis mejores deseos de salud y alegría.

ABC - Cultural - 29.3.2014

http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/cultural/2014/03/29/026.html ----------------------------------------------------------------------------------------- Música ABC cultural SÁBADO, 29 DE MARZO DE 2014 abc. es cultura- cultural cultural. asp 26 DISCOS El crooner de Chamartín Pedro Ruy- Blas cierra hoy en el Café Central una semana en la que ha mostrado la longevidad y versatilidad de una voz capaz de transitar por el jazz, el pop y Broadway.

Escribir comentario

Comentarios: 0

Los Suspiros de María - By Daniel Martínez 29 de marzo 2014

http://seiyumagazine.com/los-suspiros-de-maria/

 

Marzo en Madrid te engaña si no lo conoces: dos días de sol, turistas acangrejados en pantalones cortos y vuelta al frío, a un frío que encoge de hombros. Un marzo más, uno de tantos en La Capital. Uno de esos en los que el Café Central no falta a su cita con la música en directo, con una programación cuidada que puedes leer a través de sus cristales, si pasas por La Plaza del Ángel, siempre con la misma letra, escrita a mano con un rotulador azul, que anuncia a Pedro Ruy-Blas. Del 24 al 30 de marzo, de 21h a 23h. Como el Café Central, María no falta esa semana a su cita. Ni esa semana ni ninguna, si Pedro, su marido, se sube al escenario. El miércoles había reservado siete asientos más, para su hijo y para los que tuvimos la suerte de estar tan cerca. Como madre de familia es previsora y puntual. Es de las primeras en llegar y organiza de manera natural todo lo que pueda surgir, así que, cuando llegamos, está todo listo. Nos la encontramos sentada en esos sillones de cuero negro, acompañada de una amiga y de una copa de vino blanco, radiante y sonriente como siempre. No hay nervios, allí se siente como en casa. Y es que “El Americano” ya ha llenado de jazz muchas veces ese escenario. Juntamos con dificultad un par mesas de mármol blanco y hierro para estar todos juntos antes de que salga el Maestro. Nos ponemos cómodos, casi tocando el escenario, amigos, familiares, María y su hijo casi pegados, un bolo más, entre las confesiones que un hijo cuenta a una madre y una madre a su hijo. Pedimos algo de beber y las luces se ajustan como preámbulo de de dos horas de saber hacer. Ruy-Blas aparece con la percha y la templanza de alguien que lleva 50 años sobre los escenarios. Vestido de negro, saluda al público y rescata una gafas que confiesa no necesitar, que lleva por pura estética. Mientras ojea su libreto con más de 70 canciones escritas a mano, da la bienvenida a su público y lo hace en inglés, con un acento que huele a pasado neoyorquino, que hace soltar algún chascarrillo a su hijo y consigue la sonrisa de María. El piano de Luis Guerra, el contrabajo de “El Negrón” y la batería de Miguel Benito cobran vida a las ordenes de la garganta de Pedro. Y cuando pasa esto, ninguno de los allí presentes se permite hablar. Los camareros serenan su pulso para no interrumpir aquella maravilla con una copa rota, el turista despistado se olvida de hacer fotos y los teléfonos móviles se quedan en los bolsillos. Durante varias canciones, casi improvisadas, las bocas abiertas llenan la sala y solo se transforman en carcajadas cuando la voz cantante relaja el ambiente, con algún chiste recordatorio anunciando su último disco. Solo esos chistes y alguna caricia a su hijo, como gesto de orgullo de lo que allí estaba pasando, consiguen modificar el gesto absorto de María a la que, sorprendentemente, aun después de tanto tiempo, la voz de Pedro le sigue cortando la respiración y le obliga a llenar de aire su pecho cada vez que le escucha cantar, como sabiendo que algunas letras son para ella. No es la primera vez que veo esta escena y pagaría todas la veces que fuera necesario por volver a vivirla. Es algo que no pasa en los camerinos, ni en los conciertos que reúnen a miles de personas. Pasa con el tiempo, con el compromiso que él ha tenido y tiene hacia la música y hacia su trabajo, con la entrega, devoción y la admiración que ella tiene hacia él.

Escribir comentario

Comentarios: 0

El vozarrón que no avasalla - El País - por Fernando Neira - 25 de Marzo 2014

El veterano cantante de privilegiada garganta se gusta con los clásicos de ‘El americano’ y resulta imparable cuando entra en calor

 

25 MAR 2014 - 00:06 CET

 

http://ccaa.elpais.com/ccaa/2014/03/25/madrid/1395702389_232086.html

 

Pedro Ruy-Blas ha sido uno de los eternos tapados en la historia de nuestra música popular. Le han escuchado hombres, mujeres y niños de sabe Dios cuántas generaciones ya —¡Ha puesto voz a varias películas de Disney!—, pero muchos no repararán jamás en su nombre. Cosas de haber sido siempre rara avis desde que de chavalín le llamaban El Americano; justo el apodo que ahora le sirve para titular su flamante nuevo disco de standards en inglés, resuelto con la solvencia y sencillez engañosa de quien lo ha cantado todo.

A Pedro le sobra vozarrón, pero no lo utiliza para avasallar, como elemento de exhibición vacua. A lo mejor es eso: su genio interpretativo nunca fue ostentoso. Pero las bondades están ahí, manifiestas anoche y toda esta semana en el Café Central. Su atril y el del trío acompañante (estupendo el pulso de Luis Guerra al piano) rebosaban de letras y partituras, porque Ruy-Blas escoge sobre la marcha entre 70 títulos. Hay margen para el titubeo comprensible, pero el mérito radica en reinventar para el jazz el repertorio ajeno (A whiter shade of pale) y encontrarle aristas inesperadas al cercano. Como ese punto casi histriónico en It ain’t necessarily so (Gershwin) o el ademán femenino que adquiere I am what I am, como si Gloria Gaynor aguardase, repantingada, en camerinos.

La clave radica, en último término, en la naturalidad. Y Pedro la enarbola siempre, como si la copa de vino tinto acabara de servírsela en su salón. Da gusto disfrutar de esa garganta rotunda pero no arrolladora, capaz de enturbiarse con inflexiones negroides, volverse sutil y taciturna (One for my baby, a lo Rosemary Clooney) o eternizarse en esos memorables finales de frase. El remate, entre Black is black, Sondheim y Fats Domino, fue arrollador. Cuando entra en calor, a Pedro no es fácil pararlo.

Escribir comentario

Comentarios: 0

Biografía de Pedro Ruy-Blas por Julián Molero - http://lafonoteca.net/grupos/pedro-ruy-blas

http://lafonoteca.net/grupos/pedro-ruy-blas

Pedro es hoy uno de los músicos más respetados de nuestro país y eso no lo ha conseguido por casualidad.

Pedro Ample Candel nació en Madrid en 1949. Se crió en el barrio de Pacífico y ya en los primeros años 60 escuchaba asiduamente a Ray Charles, a Sam Cooke y a otros grandes vocalistas de soul y rhythm'n'blues. Esto era posible gracias a su cuñado, un americano de la base de Torrejón, que disponía de discos entonces casi inexistentes en España. Esa familiaridad se extendía al uso de ropa y otros codiciados objetos de deseo made in USA, lo que le hizo granjearse el apodo de “El Americano”, un sobrenombre que retrataría en buena medida su posterior actividad musical.

Su primer conjunto serio fue Los Grimm con los que ya en 1967 hizo su primer viaje a Estados Unidos y donde se empapó de la música que imperaba por allí. Con ellos entraría por primera vez en un estudio de grabación. Los Grimm eran en Madrid lo que hoy llamaríamos un grupo de culto. Su propuesta psicodélica no era apta para todos los públicos y en provincias eran unos desconocidos; sin embargo, su calidad les ha hecho pervivir como una de las referencias musicales de la época.

Con Canarios en la cresta de la ola, su líder Teddy Bautista es llevado a la mili a África en los últimos meses de 1968. Se busca un buen sustituto con una voz que se mueva bien en los medios y los graves, que maneje el inglés de forma creíble y que guste de la música soul. Pedro es el elegido y durante todo 1969 hace un buen número de galas por toda España. Al regreso de Teddy, recalará muy brevemente en The Brisks antes de comenzar su carrera en solitario.

Pedro Ample había sido el sustituto perfecto de Teddy y su forma de cantar, solo comparable por entonces a la de Pedro Gené de Lone Star y a la del propio Teddy, no habían pasado inadvertidas. El productor Alain Milhaud no quería perder del todo esa gema y a finales de 1970 le propone iniciar una carrera como solista. Será Alain quien le colocaría el apellido Ruy-Blas en recuerdo del protagonista que da título a un drama histórico de Víctor Hugo. El productor francés le buscará acomodo en un subsello y le propondrá grabar una versión de “Ceux que l’amour a blessé”, que había grabado Johnny Hallyday en el país vecino.

“A los Que Hirió el Amor” (Poplandia, 1970) es una canción distinta. Por un lado mama de las baladas que triunfaban en aquellos años; por otro la atmósfera opresiva del acompañamiento conducido por el órgano y el aire soul de la voz la acercan al pop más barroco. Todo ello al servicio de una letra imbuída de elementos trágicos que huyen del romanticismo ñoño al uso. El éxito no se hizo esperar y en enero del 71 ya está en el número uno de ventas de singles desbordando todas las expectativas previas.

Se busca repetir triunfo con el segundo sencillo: “Mi Voz Es Amor” (Poplandia, 1971), un tema de características similares que acentúa los elementos góspel en los coros y la voz solista. Fue bien acogido, pero pronto sería censurada su letra y, aunque no fue retirado de la venta, sí fue retirado de las emisoras de radio y televisión. Una pena, porque era otro tema destinado a conseguir ventas espectaculares en un momento en que cantantes como Blume planteaban propuestas similares que se traducían en ganancias importantes.

El tercer disco de Pedro Ruy-Blas “Amor, Amor” (Poplandia, 1971) ya es otra cosa. Una balada rutinaria equiparable al estilo de tantas piezas románticas de los primeros 70. El cantante se aleja de su estilo inicial para entrar en la competencia con los solistas del momento. Ni este disco ni el siguiente “Adiós, Adiós” (Poplandia, 1972) reverdecieron laureles y Pedro se encuentra en 1973 sin discográfica. No sin esfuerzo logra interesar al modesto sello Explosion en el que grabará “El Joven Pastor” (Explosion, 1974), un himno religioso con un estribillo pegadizo en el que vuelve a mostrar su buena voz. La canción se escucha en las emisoras, pero no convence demasiado y uno de los menos convencidos es el propio cantante.

Es una época difícil en la que la carrera de Pedro Ruy-Blas parece abocada a su final, como la de tantos cantantes solistas de un solo éxito. Pero ese va a ser precisamente el inicio de su auténtica carrera. Pedro frecuentaba los escasos locales de jazz madrileños y los festivales y conciertos que se organizaban en ambientes universitarios de la Complutense. Allí entablará relación con una minoría de músicos jóvenes empeñados en la quimera de hacer un jazz español. Durante 1975 Pedro va a transformarse de un cantante melódico de dudoso futuro en un cantante y percusionista de jazz rock. Las ganancias eran bien escasas, pero por formación y vocación ahora ocupaba su verdadero lugar.

Nace “Luna Llena” (Polydor, 1975) en el que da la alternativa al pianista Tomás San Miguel, al flautista Jorge Pardo, al batería José Antonio Galicia, al guitarrista Tomás Vega; es decir, a los que poco después se convertirían en los nombres básicos del jazz madrileño. Es el primer trabajo auténticamente personal de Pedro, ya que junto al productor Carlos de la Iglesia, compone la mayor parte de los temas. El trabajo es una amalgama de sonidos en su mayor parte acústicos y ritmos moderados donde conviven samba, jazz, pop latino, balada, un mar de aguas revueltas que la nave vocal de Pedro surca con seguridad, sirviendo de nexo a tendencias y ocurrencias. Un LP básico que señala como ningún otro la evolución interpretativa y creativa de Pedro. Canciones como la sentimental “Lina”, dedicada a su hermana, la juguetona aflemencada “Dejame a mi aire” o el alarde vocal de “Luna llena” configuran un disco cargado de matices.

Del personal que había realizado el anterior LP surgirá Dolores, que entre 1976 y 1978 realizarán tres LP de jazz-rock y fusión y se erigirán en el grupo madrileño más importante de este estilo y en un auténtico laboratorio de innovación musical siempre con el jazz como referencia.

En 1979 abandona Dolores y acompaña a Paco de Lucía en su primera gira europea, de hecho el gran guitarrista formará su primer grupo de acompañamiento a partir de músicos que antes habían estado en Dolores. Al regreso de la gira forma su propia banda con la que actúa ese verano. En octubre de 1979 se inaugura la sala El Sol. Pedro Ruy-Blas actúa en esos días inaugurales para constatar que los gustos juveniles cambian vertiginosamente y no capta la atención de aquel público.

En 1980 viaja a Nueva York donde pasa una larga temporada para regresar en 1982 para formar una superbanda con músicos de Madrid y Barcelona denominada Puente Aéreo. El proyecto era bueno sobre el papel, pero los problemas logísticos hacen que no acabe de funcionar.

Tras un largo paréntesis, Pedro vuelve a meterse en un estudio de grabación para parir “Madre Ciudad” (Nuevos Medios, 1984) en el que ejerce de productor, cantante y compositor y en el que vuelve a rodearse de excelentes músicos entre los que brilla con luz propia el bajista Carles Benavent. Un disco eminentemente jazzístico cantado en español y tocado en americano del norte y del sur. Nos trae un Pedro maduro e íntimo que poco tiene que ver con el de sus inicios y a unos músicos que han ido también creciendo y clarificando su idea de vivir de y para el jazz. Un producto que apenas fue promocionado y que se publicó a contraestilo de la música que se hacía en España en aquella primera mitad de los 80.

En aquel mismo 1984 Pedro va a ser requerido para incorporarse al naciente teatro musical español. Su voz bien entrenada capaz de cantar literalmente cualquier cosa, su aspecto físico y sus muchas tablas lo hacen idóneo en estos menesteres. Su primer papel va a ser el Judas Iscariote de Jesucristo Superstar (Lloyd Weber y Tim Rice, 1970), en versión dirigida por Jaime Azpilicueta. De nuevo su voz tenía que cantar los temas que antes había cantado Teddy Bautista.

A partir de ahí sus intervenciones en musicales se multiplicarían, siendo también requerido para poner su voz en diferentes películas del ramo. Pedro Ample va a obtener su mayor triunfo sobre las tablas dando vida al Jean Valjean, protagonista de “Los Miserables” (1992) con música de Claude-Michel Schönberg, una obra que cantaría en 564 funciones entre 1990 y 1994. Es también el Menelao de “La Bella Helena”, una adaptación que en 1995 se hizo sobre la ópera bufa de Offembach en la que daba la réplica a Ana Belén y que fue representada en el teatro Albéniz de Madrid y viajó al Festival de Teatro Clásico de Mérida. Al año siguiente fue el pintor de “La Maja de Goya” (1996) de Vicente Escrivá y Fernando Arbex. También ha formado parte del elenco de otros musicales como “La Magia de Broadway” (2000) con montaje de Alberto Quintero y la antología de diversas comedias musicales “Memory” (2000) o la versión española de “Cats” (2003) de Andrew Lloyd Weber.

Este trajín continuado de musicales le apartó notablemente de su carrera musical como solista, permaneciendo bastantes años sin nuevas grabaciones, excepción hecha de las realizadas para las mencionadas comedias musicales y de alguna participación en bandas sonoras de películas infantiles.

Regresa a su actividad más personal con “Teatro, Circo y Variedades” (Nuevos Medios, 1999), un título no exento de retranca, pues así se denominaba aquel inefable carnet profesional que los sindicatos franquistas exigían a los artistas. Pedro interpreta aquí sus propios temas con colaboraciones de lujo, como la de Ana Belén.

Ya en el siglo XXI continuará con su actividad sobre los escenarios y hará un par de CD para la Fundación Autor. En “De Todo Corazón” (Factoría Autor, 2003) trae al jazz canciones españolas de los años 60 y en “Ample” (Factoría Autor, 2008) regresa a la composición. En ambos álbumes va a tener gran importancia la participación del veterano Horacio Icasto, pianista argentino afincado en España, que fue un verdadero maestro del jazz en nuestro país. También Jorge Pardo pondrá sus vientos una vez más para subrayar la voz de Pedro.

En 2009 realiza mano a mano una gira junto a la cantante catalana Laura Simó y una orquesta dirigida por Joan Albert Amargós. El Teatro Español de Madrid, El Palau de Barcelona, el Lake Placid de Zurich y el Carnagie Hall de Nueva York, entre otros, fueron escenarios de dicha gira.

En diciembre de 2013, Pedro Ruy-Blas acometerá un proyecto largamente aplazado: “El Americano” (Dulcimer Songs, 2014). Aquí le vamos a escuchar por fin cantando en inglés y rindiendo tributo al jazz más norteamericano con estándars de George Gerswin o André Previn, pero también con temas procedentes del pop más acrisolado como “A whiter shade of pale”. Un disco en el que a Pedro se le nota a gusto, cantando con toda la experiencia del mundo las canciones que le da la gana al lado de un plantel de músicos excelentes, algunos compañeros eternos de su largo viaje como Jorge Pardo o Álvaro Yébenes, otros encontrados en el camino, caso de Bob Sands, Horacio Icasto o el Negrón Elizarde y algunos nuevos como el pianista Luis Guerra. Un CD para escuchar con la luz apagada, dejándose abrazar por una potente voz añosa, que unas veces acaricia, otras reprende y algunas fustiga. Un crooner en un exclusivo concierto entre humos de cigarrillos perdidos.

No es de extrañar, repasando la trayectoria de Pedro Ruy-Blas que sea hoy una de las figuras más respetadas de la música española. Un superviviente de mil batallas que ha sobrevivido precisamente por mantenerse todo lo fiel a sí mismo que le ha sido posible.

 

Ver más en:

http://lafonoteca.net/grupos/pedro-ruy-blas

Escribir comentario

Comentarios: 0

PEDRO RUY-BLAS EL AMERICANO (2014) - 14 de Marzo 2014


http://www.zonadejazz.com/2014/03/14/pedro-ruy-blas-el-americano-2014/

  

Hablar de jazz en España es hacerlo irremediablemente de Pedro Ruy-Blas. Pedro, un auténtico crooner y un jazzman dentro de la mejor tradición. Poco puede decirse de él que no se sepa, autor bien conocido aunque seguramente mucho menos de lo que merece. Un grande con mayúsculas, uno de los principales representantes de la escena jazzística en nuestro país.


Su versatilidad es admirable. Además de cantante pop-rock tal como le descubrimos a finales de los sesenta llegando a ser número uno de ventas con “A los que hirió el amor”, desarrolla su carrera artística en todos los terrenos que el mundo de la música posibilita. Desde su faceta como productor, pasando por la de compositor, batería, intérprete, arreglista y hasta actor en musicales tales como Jesucristo Superstar y Los miserables .

 

“EL AMERICANO” supone para Pedro un reencuentro con las vivencias juveniles dentro del mundo estadounidense, gracias a la relación con su cuñado, militar norteamericano, que le suministraba golosinas, pantalones Levi’s y sobre todo los primeros contactos con aquellos sonidos y músicas desconocidos por aquel entonces. Todas estas experiencias compartidas junto a los amigos del barrio, le llevaron a ser apodado como “El americano”.

Repertorio de clásicos conocidos bien respaldado por el resto de músicos. Disco íntimo y personal que si nos dijeran que es de una de las muchas figuras consagradas lo creeríamos a pies juntillas y no es de extrañar viniendo de un excelente músico como lo es Pedro Ruy-Blas. Una buena mezcla de jazz, R&B y soul la que nos ofrece este “El americano”, última entrega del artista con la que, como nos tiene acostumbrados, dejar un fantástico sabor de boca en el entregado oyente. Una nueva muestra del buen saber hacer por parte del intérprete madrileño.

 

1. I’m gonna lock my heart es un blues escrito por Jimmy Eaton y Terry Sand.

2. A whiter shade of pale, balada a ritmo de jazz del éxito de los Procol Harum.

3. It ain’t necessarily so, el tema popular con música de George Gershwin y perteneciente a la ópera Porgy and Bess.

4. You are gonna hear from me, famoso tema del matrimonio Previn y en recuerdo al tristemente fallecido Horacio Icasto, reconocido pianista así como amigo personal de Pedro.

5. If I had you, deliciosa versión de uno de los grandes estándares del jazz.

6. Oh Gee!!!, otra versión en este caso del tema de Matthew Gee y Eddie Jefferson. A destacar el fantástico solo al saxo tenor a cargo de Bob Sands así como los enlaces realizados por la batería.

7. More than you know, otra balada de finales de los años 20 en la que Pedro muestra todo su potencial como intérprete.

8. Con I keep going back to Joe’s continuamos con otra balada suave y agradable. Una delicia más a cargo del músico madrileño bien acompañado por el piano de Luis Guerra, con buenos momentos de Reinier Elizarde “Negrón” y un solo bien logrado de Kike Perdomo al tenor en la misma línea sutil y delicada propia del tema.

9. Lonely town, lonely street, el segundo homenaje del disco, en este caso a Larry Martin una importante pérdida para el panorama musical y, por ende, del jazz patrio. Versión del tema perteneciente al celebérrimo Still Bill del no menos celebérrimo genio del soul y R&B Bill Withers. Cool funk a raudales.

10. This bitter earth, clásico de Clyde Otis que Dinah Washington popularizó.

11. The work verse, otra versión en clave de jazz en este caso del tema del cantante y compositor canadiense Gino Vannelli.

12. Only in it for the money, grandísimo corte del Dr. John para cerrar el álbum en el que Ángela Cervantes, Cecilia Krull y Sheila Blanco arropan en los coros a nuestro protagonista. Muy destacable el breve solo de Kike Perdomo.

“El Americano es un disco que quería hacer desde hace tiempo pero siempre terminaba aparcando para llevar a cabo otro diferente. Interpretado íntegramente en inglés, he querido mostrar la pasión por el Jazz que comencé a sentir hace ya cuatro décadas. Acompañado de los grandes músicos y amigos con los que convivo día a día, he podido materializar esta obra que estuvo mucho tiempo guardada en mi corazón, en una especie de barrica de roble, de esas en las que se guarda durante años un buen vino, esperando a que madure antes de salir a respirar y ser disfrutado. Esa es la ilusión que he puesto en él. Salud y alegría para todos”. Pedro Ruy-Blas .

 

Temas / Tracks :

01 – I’m Gonna Lock My Heart
02 – A Whiter Shade of Pale
03 – It Ain’t Neccessarily So
04 – You’re Gonna Hear From Me
05 – If I Had You
06 – Oh Gee!!!
07 – More Than You Know
08 – I Keep Going Back to Joe’s
09 – Lonely Town, Lonely Street
10 – This Bitter Earth
11 – The Work Verse
12 – Only In It For The Money

 

Músicos / Personnel :

Pedro Ruy-Blas – Voz
Jorge Pardo – Flauta
Kike Perdomo – Saxo
Bob Sands – Saxo
Horacio Icasto – Piano
Luis Guerra – Piano
Francisco Romo – Violín
Antonio Serrano – Armónica, Arpa
Nono García – Guitarra española
Israel Sandoval – Guitarra eléctrica
Pepe Robles – Guitarra
Mariano Díaz – Teclados
Álvaro Yébenes – Bajo eléctrico
Reinier Elizarde “Negrón” – Contrabajo
Noah Shaye – Batería
Larry Martin – Batería
Rubem Dantas – Percusión
Sheila Blanco – Voz,Coros
Ángela Cervantes – Voz, Coros
Cecilia Krull – Voz , Coros .

 

Sello / Label :

Dulcimer Songs , 2014 .

 

Enlaces de Interés :

Página Oficial de Pedro Ruy-Blas

Comprar CD en Dulcimer Records

Carlos Vallejo colabora en la web The Flagrants

Zonadejazz en las Redes Sociales :

Facebook : Página Oficial Zona De Jazz en Facebook

Twitter : Perfil de Zona De Jazz en Twitter

Google+ : Perfil de Zona De Jazz en Google+

 

Carlos Vallejo Esteban para ZDJ , 2014.

Escribir comentario

Comentarios: 0

PRIMERA VOZ DEL JAZZ ESPAÑOL - 14 de Marzo 2014

http://www.elcultural.es/version_papel/ESCENARIOS/34312/Primera_voz_del_jazz_espanol

 

 

El cantante Pedro Ruy-Blas, uno de los principales responsables de la modernidad jazzística española junto al mítico grupo Dolores, celebra cinco décadas de carrera con la publicación del disco 'El americano', que presenta en el Café Central de Madrid.

PABLO SANZ | 14/03/2014 |

 

Algunos le conocieron por sus participaciones en grupos germinales del pop-rock español de los 60 como Los Príncipes, Los Grimm y Los Canarios, cuando sustituyó a Teddy Bautista al ser llamado éste a filas para cumplir el servicio militar. Otros, sin embargo, se engancharon a su canción a raíz de su primer disco, A los que hirió el amor, número uno en ventas en 1970. Y todos por ser la voz de Judas Iscariote en el musical Jesuscristo Superstar y de Jean Valjean en Los miserables. Menos gente le conoce, sin embargo, por su enorme contribución al jazz español, gracias a la puesta en marcha a finales de los 70 del mítico grupo Dolores, junto a Jorge Pardo y otros músicos visionarios de nuestra escena. Se llama Pedro Ample Candel (Madrid, 1949), pero hoy llega a nuestros oídos con el nombre de Pedro Ruy-Blas, convertido en un referente del jazz vocal patrio con cinco décadas de artisteo a sus espaldas, que ahora ha decidido celebrar con un emocionante disco, El americano (Warner, 2014).

A Pedro Ruy-Blas el veneno del jazz le llegó a través de esas otras geografías hermanas de la música negra: blues, el rhythm & blues, el soul... Junto al mencionado grupo Dolores el cantante logró algo que apenas había sucedido hasta el momento, exceptuando a los geniales Tete Montoliu y Pedro Iturralde: hacer del jazz español una imagen y no un espejo del eco estadounidense. “Eran tiempos de cambios, de arriesgar, de ser valientes y perseverantes, de nuevas armonías, de actuar con independencia sacando de quicio a los muchachos del traje y la corbata, esclavos del cruel sistema de las compañías discográficas y su eterno anatema: ‘Eso no es comercial'”, explica a El Cultural el cantante, también baterista y compositor en aquella decisiva aventura.

Los discos de la banda, el homónimo Dolores, La puerta abierta y Asa-Nisi-Masa, sitúan a sus componentes en la órbita de Paco de Lucía, subrayando la personalidad del proyecto y la ausencia de todo tipo de complejos para improvisar con todas las buenas músicas. Y al jazz español se le quitaron las legañas. Alternando su amor por el jazz, Ruy-Blas saboreó también las mieles del éxito de los musicales: “El musical es otro mundo maravilloso que hasta entonces había pasado inadvertido para mí. Al conectar con él, indagué en su inmensa historia y lógicamente me enamoré hasta el tuétano, pues entre otras cosas constaté en mí a un actor, me sumergí en la tremenda disciplina que se requiere para salir cada día durante meses y meses a un escenario. Descubrí que un porcentaje enorme del North American Song Book del repertorio de grandes jazzistas pertenece al teatro musical, y me obligó a respetar mi propia voz, a aprender ciertas técnicas que imprimen una lírica muy apropiada y necesaria en alguien que quiere cantar jazz”.

El cantante se encerrará durante la última semana de marzo en el Café Central de Madrid (del 24 al 30) para presentar este nuevo lote de canciones junto a su base rítmica, formada por el pianista Luis Guerra, el contrabajista Reinier ‘Negrón' Elizalde y el baterista Noah Shaye.

Con ellos y otros solistas invitados como los saxofonistas Jorge Pardo y Bob Sands o el armonicista Antonio Serrano ha liberado una colección de clásicos cantados todos en inglés, porque a Ruy-Blas se le reconoce también como “traductor” pionero del jazz en castellano.

“Hasta ahora no había conseguido grabar ninguno de mis discos sin sentir sobre mi espalda algún tipo de presión; esta vez todo fue de seda y, afortunadamente, eso creo que se percibe al escucharlo”.

En la despedida, resulta inevitable volver sobre la genialidad mestiza de Paco de Lucía. “Le conocí cuando acababa de casarse con Casilda. Le había gustado mi disco Dolores y me propuso acompañarle como percusionista en su primera gira europea. Nos hicimos buenos amigos y a mí me robó el corazón con su música y su alegría. Se ha ido demasiado pronto, su huella es tan profunda que estoy todavía deshecho”.

Escribir comentario

Comentarios: 0

“EL AMERICANO”, EL NUEVO Y GRAN DISCO DE PEDRO RUY BLAS QUE CELEBRA SUS 50 AÑOS EN LA MÚSICA - 12 de Marzo 2014

by JLP on Mar 12, 2014 • 12:34 pm

 

http://www.nosolocine.net/el-americano-el-nuevo-y-gran-disco-de-pedro-ruy-blas-que-celebra-sus-50-anos-en-la-musica/

 

Antecedente

Cantante, percusionista y compositor, Pedro Ruy Blas (Pedro Ample Candel, Madrid 1949) es uno de los grandes de la música de nuestro país.

Músico precoz, en la adolescencia creo dos grupos, Los Príncipes y Los Grimm, con quienes grabó sus primeros discos con la compañía Phillips. En 1968, con 19 años, entró a formar parte del grupo Los Canarios, sustituyendo a Teddy Bautista como vocalista, mientras este hacía el servicio militar.

En 1970 grabó su primer disco como cantante solista con gran éxito. La canción “A los que hirió el amor” fue número uno en la lista de ventas y con el tiempo se convirtió en todo un clásico de la música española.

Su nombre artístico nació en este disco, como homenaje a la obra de Víctor Hugo. El segundo disco sencillo del ya entonces conocido como Pedro Ruy-Blas, titulado “Mi voz es amor”, fue prohibido por la censura franquista al considerar dicho tema subversivo.

Luego giró definitivamente hacia el jazz y creó junto a otros jóvenes el grupo Dolores que terminó convirtiéndose en el gran abanderado de la música progresiva made in Spain. En el grupo Pedro ejerció como baterista y percusionista, le acompañaban Jorge Pardo, Rubem Dantás, José Antonio Galicia y Tomás San Miguel. Grabaron varios discos con Polydor, como “Luna llena”, “Dolores”, “La Puerta Abierta” y “Asa Nisi Masa”. Casi de forma espontánea surgió la colaboración con el gran guitarrista recientemente desaparecido Paco de Lucía, surgiendo el denominado Nuevo Flamenco que daría la vuelta al planeta. Tiempos después Jorge Pardo y Rubén Dantás se incorporaron al Sexteto de Paco de Lucía con el que giraron por todo el mundo.

En 1980 Pedro Ruy Blas retomó su carrera como cantante solista y fichó por Nuevos Medios, la compañía de Mario Pacheco. Así surgió el disco “Madre Ciudad” que me parece el mejor disco de jazz –y de fusión- de todos los tiempos grabado en España, que se adelantó a su época y apostó fuerte por la creatividad y el riesgo. Todas eran grandes canciones pero destacaban “Al doblar una esquina”, “Me he debido morir”, “Una canción” y “Madre Ciudad”. Con este disco Pedro se adelantó a su tiempo.

El Americano

Pedro acaba de lanzar ahora “El Americano” un disco que celebra sus 50 años en la música. Es un proyecto que tenía en mente desde hacía tiempo y se iba aplazando.

Los chicos de su barrio, el Pacífico, de Madrid, le llamaban el Americano. Lo explica de forma diáfana en su web.

“(…) Tenía yo apenas once años cuando mi hermana mayor contrajo matrimonio con un militar norteamericano amante de la música destinado en Madrid. En su magnetofón estaban las canciones que por aquella época podían escucharse en cualquier ciudad de los Estados Unidos. Durante tres años, apenas me separé de aquel cofre del tesoro al que me asomaba asombrado ante la existencia de una música diferente de la que podía escuchar aquí. En aquella casa junto a mi hermana Lina, comencé a estudiar inglés. En mis cumpleaños, me regalaban vaqueros Levi’s auténticos, camisas típicamente americanas de cuadritos y manga corta o esas chapitas tejanas con dos cordones a modo de corbata, que llegaban al PX de Torrejón de Ardoz. No faltaban los paquetes de chicle o los de Marshmallows, que compartía con los chicos de mi barrio. Así comenzaron a llamarme Pedro El Americano. De aquel modo conocí a Ray Charles, Sam Cooke, Major Lance, Smokey Robinson, Barbara Lewis, Jackie Wilson, Johnny Mathis, The Skyliners, Gene McDaniels, Jerry Butler, Nat King Cole y una interminable lista de tantos de los que ahora son llamados Doo wop, más los que vendrían después.? Así se abrió ante mí una puerta que atravesé apasionadamente, sin esfuerzo, y que se convirtió en el sustento de un cantante a punto hoy de cumplir cincuenta años de profesión”.

Interpretado íntegramente, es un disco que tiene 12 canciones, en las que demuestra su gran pasión por el jazz. Le acompañan en esta aventuras músicos virtuosos y grandes en el género, la nomina es impresionante: Jorge Pardo, Horacio Icasto, Pepe Robles, Larry Martin, Bob Sands. Reinier Elizarde ·Negrón”, Miguel Ángel Egido, Noah Shaye, Sheila Blanco, Luis Guerra, Cecilia Krull, Kike Perdomo, Paco Romo, Israel Sandoval, Álvaro Yébenes  y Antonio Serrano. Se grabó en Musigrama, el pasado mes de diciembre. El ingeniero de sonido fue Pablo Martínez Álvarez.

El primer corte es toda una declaración de intenciones, “I´m gonna lock my heart”, donde le acompañan Luis Guerra al piano, el Negrón al contrabajo y Noah Shaye a la batería.

Me gusta especialmente la versión de “Con su blanca palidez (A whiter shade of pale)” que popularizara el grupo Procol Harum.

Se abre con un solo de saxo tenor de Miguel Ángel Egido el tema “Lonely town, lonely street”.

La flauta del gran Jorge Pardo se abre paso en “This bitter earth” de Clyde Otis, que me recuerda esa magia especial, ese sonido hipnótico que tenía el disco “Madre Ciudad”.

El tema de cierre es de los más rítmicos de “El americano”, “Only in it for the Money”, de Dr. John y Mac Rebenack, donde destacan los coros femeninos y donde Pedro toca las congas.

“El americano” es un gran disco, todo un festín de jazz, para guardar como un tesoro, para disfrutar a mansalva, que conmemora 50 años de trayectoria musical de un grande que cada vez canta mejor.

Próximamente entrevistaremos aquí, en nosolocine.net a Pedro en profundidad.

José López Pérez

Os dejo aquí el enlace a su página oficial:

http://www.pedroruyblas.com/

 

Escribir comentario

Comentarios: 0

METROPOLI, El Mundo. Los Discos De La Semana. 10 de Marzo 2014


http://www.metropoli.com/musica/2014/03/10/53187046e2704ef5018b4578.html?fb_action_ids=819455554736099&fb_action_types=og.recommends&fb_source=other_multiline&action_object_map=[572035146237900]&action_type_map=[%22og.recommends%22]&action_ref_map=[]

 

 

Pedro Ruy-Blas: El americano (4/5)

(Dulcimer/Warner)

Pedro Ruy-Blas, no hay otro vocalista en España capaz de aglutinar en torno a sus producciones a tantos grandes músicos crecidos en la escuela del jazz y el jazz/pop. Músicos (Jorge Pardo, Bob Sands, Pepe Robles, los fallecidos Horacio Icasto y Larry Martin, entre otros) que participaron antes en proyectos comunes con él y que ahora contribuyen a embellecer esta bendita anomalía que es El Americano, un disco forjado desde la devoción por la mejor música popular del siglo XX, enraizado en los sonidos negros, del blues al soul y el jazz, y en la magia del swing y la torch song, donde se sienten la carne y el alma de uno de esos raros cantantes capaces de inyectar sinceridad y profundidad, alegría y dolor tanto en Gershwin como en Procol Harum, Bill Withers, Clyde Otis o el Dr. John. Nuestro Oscar Brown Jr, nuestro Mose Allison: Pedro Ruy-Blas.

LUIS LAPUENTE

Escribir comentario

Comentarios: 0
Editar página de inicio